San Raimundo de Peñafort: Un Jurista y Santo de la Iglesia
Biografía
San Raimundo de Peñafort nació hacia el año 1175 en Peñafort, cerca de Barcelona, España. Desde joven, demostró tener una extraordinaria inteligencia, y a los 20 años era profesor de filosofía en Barcelona. Hacia los 30 años, se dirigió a la prestigiosa Universidad de Bolognia, Italia, donde se doctoró en derecho civil y canónico. Allí se destacó por su amor a los pobres y se convirtió en un destacado jurisconsulto.
La Orden de Predicadores
En 1219, Raimundo fue nombrado archidiácono de la diócesis de Barcelona. Sin embargo, en 1222 renunció a la canonjía y entró en la Orden de Predicadores. Fue elegido Maestro de la Orden en 1238 y se dio a la tarea de crear las Constituciones de la Orden, lo que logró de gran manera.
Su legado
San Raimundo de Peñafort murió en Barcelona el 6 de enero de 1275. Su cuerpo se venera en la catedral de Barcelona. Fue el primer santo canonizado en la actual Basílica Vaticana, por Clemente VIII, el 29 de abril de 1601. Es el patrón de los juristas católicos y de las Facultades de Derecho.
Enseñanzas
San Raimundo, desde su profesión de jurista, aporta en los ámbitos que se encuentra. Su visión y capacidad no se centran en un solo proyecto, sino en hacer fructificar soluciones para los problemas de la época. Él partió de una apertura a la colaboración, saber su lugar de misión y no el de buscar protagonismo y posicionamiento. Su semblanza espiritual fue de una sabiduría, cercanía y compasión tal, que le hacía excelente consejero y encargado de resolver asuntos muy delicados.
Hoy en día
San Raimundo de Peñafort nos habla de la importancia de la colaboración, la humildad y la sabiduría en la vida religiosa y en la profesión de jurista. Su legado nos invita a reflejar sobre la importancia de la justicia y la compasión en nuestra sociedad.