San Juan Damasceno

San Juan Damasceno

Saludo a María, esperanza y salvación para los fieles cristianos.

Día festivo: 4 de diciembre

Te saludo, oh María, esperanza de los cristianos. Acepta la súplica de un pecador que te ama tiernamente, te honra y pone en ti toda esperanza de salvación.

Más información sobre San Juan Damasceno

San Juan Damasceno: Un Defensor de la Fe y la Imagen

La Vida de San Juan Damasceno

San Juan Damasceno, nacido en Damasco, Siria, en el seno de una influyente familia de árabes cristianos, fue uno de los más grandes defensores del culto de las sagradas imágenes en la amarga época de la controversia iconoclasta. A pesar de su formación teológica, no intentó nunca ser original, sino que su trabajo se redujo a compilar y poner en orden lo que sus predecesores habían escrito.

La Elección de una Vida Ascética

Juan renunció a su oficio y se fue de monje a la laura de San Sabas, lugar donde escribió sus primeras obras contra los iconoclastas, compuso himnos y poemas. El resto de su vida la pasó escribiendo teología y poesía en San Sabas, donde murió en una edad avanzada.

El Teólogo de la Imagen

En la época en que vivió Juan Damasceno, la veneración de las imágenes sagradas no estaba muy extendida entre los cristianos, debido a una herencia tomada de la tradición hebrea del Antiguo Testamento que prohibía cualquier representación de Dios. Juan, por encargo del papa Gregorio III, asumió prácticamente a lo largo de toda su vida el papel de defensor a ultranza de las propias imágenes, con diversas iniciativas para contrarrestar la mentalidad iconoclasta.

El Santo Tomás de Oriente

Por su profunda cultura teológica y de otras disciplinas profanas, Juan ha sido apodado el Santo Tomás de Oriente, hasta el punto que León XIII lo proclamó Doctor de la Iglesia en 1890 por su contribución a la doctrina teológica y a la liturgia de la Iglesia oriental. Son famosos sus tres Discursos contra los que calumnian las santas imágenes.

El Legendario Milagro de la Mano

Según una leyenda oriental bastante extendida, se narra que san Juan fue el protagonista de un milagro recibido de la Virgen María. Mientras residía en la corte, en un momento dado fue acusado de traición y como sentencia le cortaron la mano derecha. Entonces, Juan rezó intensamente a la Virgen María, representada en un icono. La piadosa leyenda afirma que la Virgen escuchó sus plegarias y le reimplantó milagrosamente la mano.

La Oración de San Juan Damasceno a la Virgen

Te saludo, oh María, esperanza de los cristianos. Acepta la súplica de un pecador que te ama tiernamente, que te ama entrañablemente, te honra y pone en ti toda esperanza de salvación. Gracias a ti tengo vida. Me conduces de nuevo a la gracia de tu Hijo y eres la prenda segura de mi salvación. Te suplico que me liberes de la carga de mis pecados, destruye la oscuridad de mi mente, destierra las ataduras terrenales de mi corazón, reprime las tentaciones de mis enemigos, y guía mi vida, para que pueda alcanzar por tu medio y bajo tu guía, a la felicidad eterna del Paraíso. Así sea.

Video sobre San Juan Damasceno

Oración a San Juan Damasceno

Nadie está en el cielo más cerca de la Divinidad simplicísima que tú que tienes asiento sobre la cumbre de los querubines y sobre todos los ejércitos de los serafines

y por esto no es posible que tu intercesión sufra repulsa

ni que sean desatendidos tus ruegos

No nos falte tu auxilio mientras vivamos en este mundo perecedero

alárganos tu mano

para que

obrando las obras de salud y huyendo de los caminos del mal

demos seguro el paso de la eternidad

Por ti esperamos que

al cerrar a este destierro los ojos de la carne

se abrirán los del alma para anegarse en aquel piélago de soberana hermosura

de suavísimos deleites

por el cual

ansiosamente

suspiran las almas regeneradas y que nos anunció y mereció Cristo Señor nuestro haciéndonos ricos y salvos

A El por ti

Señora

rendimos gloria y alabanza

con el Padre y el Espíritu Santo

ahora y siempre por los siglos de los siglos

Amén