San Hermenegildo: El Mártir de la Fe
La Vida de un Príncipe Cristiano
Hermenegildo, hijo del rey Leovigildo y de su primera esposa Teodosia, nació alrededor del año 564. Junto con su hermano Recaredo, fue educado en la herejía arriana por su padre. Sin embargo, su vida cambió dramáticamente cuando se casó con Ingonda, una católica, que lo convirtió al catolicismo con su ejemplo y oraciones.
La Conversión y la Rebelión
Leovigildo, al enterarse de la conversión de su hijo, se enfureció y lo desheredó, tomando prisioneros a su esposa e hijo. Sin embargo, después de un año, hicieron las paces. No obstante, la segunda esposa de Leovigildo despertó nuevas sospechas contra Hermenegildo, quien fue encarcelado en Tarragona acusado de herejía.
La Muerte de un Mártir
Se le ofreció la libertad a condición de que se retractase, pero Hermenegildo se negó a recibir la comunión de manos de un obispo arriano. Su padre lo mandó matar, y el príncipe recibió la noticia con gran resignación. Fue asesinado por un tal Sisberto en la cárcel de Tarragona en el año 585.
El Legado de un Santo
A pesar de que la Iglesia española estableció una conjura de silencio sobre su figura, el culto de San Hermenegildo se extendió fuera de España en el siglo VIII. Incluso es el único santo occidental venerado en el sinaxario de la Iglesia armenia. El papa Sixto V extendió su culto a toda España en 1586, y Urbano VIII lo introdujo en el Calendario de la Iglesia universal en 1636. Su fiesta se celebra el 13 de abril, día supuesto de su muerte.
La importancia de San Hermenegildo
San Gregorio el Grande atribuye a los méritos de San Hermenegildo la conversión de su hermano Recaredo y de toda la España visigótica. Su legado como mártir de la fe es un ejemplo de la lucha constante por la verdad y la justicia en la historia de la Iglesia.
