San Gerardo Majella

San Gerardo Majella, el Santo de las Embarazadas

Una Vida de Pobreza y Abandono

San Gerardo Majella nació en Italia el 23 de abril de 1725. Después de la muerte de su padre a los 12 años, él y su familia cayeron en la más absoluta pobreza y abandono. A pesar de las dificultades, Gerardo se esforzó por llevar una vida virtuosa y dedicada a Dios.

La Llamada a la Vida Religiosa

Años más tarde, intentó ingresar a la orden de los capuchinos, pero su precaria salud se lo impidió. Sin embargo, fue aceptado como hermano lego en los redemptoristas, donde sirvió como sacristán, jardinero, portero y sastre, oficio que había aprendido de su padre.

La Acusación y la Integridad

Posteriormente, San Gerardo fue acusado falsamente por una mujer embarazada de ser el padre del hijo que esperaba. En lugar de defenderse, guardó silencio y no intentó justificarse. La mujer, arrepentida, se retractó y reiteró ante todos la integridad del santo. Esta actitud piadosa y silente de San Gerardo le valió el título de Patrono de las Embarazadas.

Una Vida de Caridad y Solidaridad

San Gerardo fue conocido por su reputación de buen consejero, por sus sólidos valores y recta moral. Ayudaba a los más necesitados y era generoso con los pobres. Su deseo de seguir a Cristo lo llevó a pedir ser admitido por los Capuchinos, pero fue denegado por su salud enfermiza.

El Camino de la Santidad

En 1749, los Redentoristas llegaron a Muro y Gerardo participó activamente en la Misión Popular. Conquistado por la vida de los misioneros, pidió ser admitido como miembro del grupo. A pesar de la negativa inicial, Gerardo se unió a ellos y se convirtió en un miembro destacado de la comunidad. En 1752, hizo su primera profesión como Hermano laico redentorista.

El Falso Escándalo y la Verdad

En 1754, Gerardo fue acusado nuevamente de mantener un romance con una joven. En lugar de defenderse, mantuvo silencio y confió en Dios. La verdad se reveló cuando la joven se retractó de sus acusaciones. A pesar de la persecución, San Gerardo siguió confiando en Dios y en su misión.

La Muerte y la Canonización

San Gerardo falleció en 1755 a causa de una tuberculosis. Fue canonizado el 11 de diciembre de 1904 por el Papa San Pío X. Su legado como santo y patrono de las embarazadas sigue siendo fuerte en la Iglesia Católica.

Oración por las Mamás y los Niños

Dios y Padre nuestro, tú sembraste en San Gerardo María Mayela un amor increíble a tu Hijo Crucificado, con quien se identificaba, ayúdanos a seguir siempre tus pasos y ofrecerte nuestra vida sin guardarnos nada. A ti te invocamos, Señor de toda vida, que concediste a san Gerardo, a lo largo de su corta existencia, un especial cuidado por la vida naciente y las mujeres embarazadas. Bendice, por intercesión de San Gerardo, a todas las mujeres que esperan un nuevo nacimiento y a los hijos que llevan en sus entrañas, para que ambos lleguen sanos a un feliz alumbramiento. Amén.