San Fulgencio: Un Santo de la Iglesia Católica
San Fulgencio nació en el año 468 en Cartagena, España, en una época de gran convulsión política y religiosa. Su familia era de origen godo y su madre se convirtió al cristianismo después de su exilio. Fulgencio creció en una familia cristiana y recibió una educación sólida en la fe. Fulgencio fue elegido procurador, o vicegobernador, de Byzacena, cargo que le permitió conocer de cerca la vida política y administrativa de la época. Sin embargo, pronto se sintió fatigado por la vida mundana y se refugió en la lectura espiritual, la oración y el ayuno riguroso. La lectura de un sermón de San Agustín sobre el Salmo 36 lo llevó a abrazar la vida religiosa. En el año 508, Fulgencio fue consagrado obispo y se convirtió en un defensor de la fe católica en una época de gran persecución. Transformó una casa en monasterio en Cagliari, que se convirtió en un refugio para todos los afligidos y necesitados de consejo.
Escritos y Obras
Fulgencio escribió varios tratados para la instrucción de los fieles de África, entre ellos Respuesta a Diez Objeciones, en el que respondió a las objeciones del rey Trasimundo contra la fe católica. También escribió Tres Libros al Rey Trasimundo, obra que gustó al rey y le permitió residir en Cartago.
Fallecimiento y Legado
San Fulgencio murió a los 76 años de edad, después de una vida llena de dedicación a la fe y a la Iglesia. Su legado es el de un hombre que se comprometió con la defensa de la fe católica en una época de gran persecución y que se convirtió en un modelo de santidad para la Iglesia.
Culto y Devoción
El culto a San Fulgencio se difundió en la Edad Media, especialmente en España, donde es considerado patrón de Cartagena y Plasencia. Su fiesta se celebra el 14 de enero en Sevilla, el 16 en Cartagena y el 19 en Plasencia. Iconográficamente, San Fulgencio se representa como obispo, con mitra y báculo, y en ocasiones con el libro.